Aún me sigo preguntando de dónde sale todo.
sábado, 22 de febrero de 2014
Hoy sólo es cosa del resto de dividir una rosa y su tiesto.
Quizá una fugaz escapada al mundo de la autosuficiencia no sea suficiente.
Será egoísmo, autoconsuelo o egocentrismo, pero en ésta ocasión hablaré de mí por no echarle la culpa más al resto.
Hoy sólo es cosa del resto de dividir una rosa y su tiesto.
Me siento tan debajo que el suelo parece una maravilla, tan debajo de algo que suele ser mayor que yo. Mucho por detrás en la carrera contra la impotencia, muy atrasada y quebrándome la voz. No parece tan fácil sacar los pensamientos fuera cuando no sabes quién los oirá, cuando una risa se lo lleva todo y el papel se quemará. No es siquiera tan simple pertenecer a algún lugar cuando apareces, desapareces y vuelves sin más. A veces entre ausencias se suceden las secuencias y cuando vuelves ya no bastas pa' jugar a las subastas; pero a ratos es peor cuando tu sitio sufre arritmia y en el cielo de las penas tus treguas son nefastas.
Desesperación en cada minuto de espera, soledad bajo la espera de una canción, tiempo corriendo mientras esa canción no llega, ese vacío tras la llegada de un avión.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Digamos algo cierto.
Las rosas son rojas, el cielo es azul
pero por más que lo evite, siempre estás tú.
Fantasmas. Eres una sombra fantasma, transparente, desapercibida; pero oscura, decidida a dar conmigo cada uno de los pasos que yo doy sin darte cuenta.
-Bú. -dices con tus labios sin emitir ningún sonido.
-♥. -dice mi subconsciente de visibilidad sin haberte oído.
Es como si te sacase de paseo, como si hiciese el papel de guía turística durante la visita del escenario donde se rueda mi película. Como si no estuvieses más que de paso y fueses a marcharte enseguida, con cara de pasmo y asombro y un kilo más de Facilidad de Ignorancia encima. Como si realmente me distrajeras estando conmigo, como si, extrañamente, me extrañase cuando te hubieses ido. Como si no te hubiese visto hasta el final del baile, como si hubieses recuperado tu activismo positivo. Como si fueses un arco iris vacío, como si volvieses tu tono de piel colorido. Como si me siguieses para mantener ocupado tu tiempo, o para desperdiciar el mío; sin darme nada a cambio y quejándote del frío. Como un huésped exigente, inconformista y sombrío, como un hombre de prácticas con miedo a su destino.
Eres un vagón sin tren, un velero a la deriva; sigues las huellas a tus pies sin ver las marcas de la herida.
Mides, meticuloso, cada centímetro trigonométrico; por más que se mueven las agujas no logras estarte quieto.
Eres el recuerdo de algo logrado u olvidado, una meta confusa que jamás he deseado,
un débil sueño jamás pronunciado y que, ganado o perdido, no se da ni se dará por aludido.
domingo, 9 de febrero de 2014
Eses.
Inviernos.
Inviernos fríos, largos, nevados, helados, productivos, vagos, soleados; simplemente inviernos.
Pequeños cruces entre cables ya entrecruzados, alocados impulsos vendidos en tiendas de locuras impredecibles. Descripciones frías y sensaciones oscuras, corazones descorazonados e imágenes luminosas. Ondas de sonidos suaves, olas de aguas serenas, fuertes vendavales y lluvias inundadas, mentes evadidas, estancadas, malhumoradas, o de alegrías intensas. Eses susurradas, resbaladizas, constantes, repitiendo los inviernos plurales, incesantes, continuos, amenazantes. Líneas de suelos aguados, empapados de amaneceres coloreados con las pinturas de niños inocentes y sonrientes como dibujos relucientes en mundos de tragedias. Mentiras reveladas, decepciones aumentadas, niveles bajo subsuelos húmedos e infinitos hacia inframundos jamás imaginados. Sueños intensos, paralelos, distanciados de realidades fugaces, pasajeras, viajeras, burlonas. Apariencias engañosas, animales de sombras escondidas en bosques cantantes, giratorios, hambrientos de vientos feroces e ironías descubiertas; muecas graciosas, absurdas; canciones e inventos; tiovivos cansinos, incontrolables; más eses locas, confiadas, despiertas, dormidas, zigzagueantes, exasperantes. Batallas de curvas rectas, maléficas, chillonas, hipnotizantes, contra constelaciones de estrellas pequeñas, curiosas, risueñas, brillantes. Espadas de dudas envenenadas e historias perdidas, ciencias antiguas y fórmulas modernas, lágrimas precipitadas y ríos de sangres tibias. Brisas de polvos negros y magias ocultas, letras, cuadernos, nubes, miradas...
...y soles espléndidos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)