Aún me sigo preguntando de dónde sale todo.

martes, 26 de febrero de 2013

Vivo sumida entre recuerdos.

Esa sensación embriagadora cuando recuerdas algo muy bonito y sientes dentro magia, como si la fría memoria siguiese viva en el presente. Como cuando pierdes un padre y despiertas cada mañana con la impresión de que vas a volver a verle. Como cuando la soledad te envuelve por incapacidad de comprensión y te preguntas a dónde se fue aquella tarde junto al río; y la memoria de ésta, sin avisar, vuelve a tu mente y te hace sentir como en aquél momento, como si no hubiese ocurrido nada desde entonces; y después se va para dejarte ver que tienes a tu alrededor todas las paredes vacías donde antes había fotos, para dibujarte una estela de dudas que no serán resueltas en mucho tiempo. Tan fácil, desgarrador, directo y simple como eso.


 


Porque a veces sobran todas las palabras que buscas para decir lo que sientes.


viernes, 22 de febrero de 2013

La lluvia - María Villalón



Llueve,
y las aceras están mojadas,
todas las huellas están borradas,
la lluvia guarda nuestro secreto.
Llueve,
y en mi ventana te echo de menos,
los días pasan y son ajenos,
el frío me abraza y me parte en dos...

La lluvia cae sobre los tejados 
dónde fuimos más que amigos,
recuerdo que dormimos al abrigo
del amanecer...
Los bares han cerrado, ya no hay copas;
la lluvia hoy mojará mi ropa
si no estás aquí...
Si tú no estás me duelen más los años, 
las heridas me hacen daño,
si no vuelvo a oír tu voz.

Llueve,
y las palabras se quedan mudas,
todas las noches las mismas dudas,
¿qué fue de todos aquellos besos?...
Llueve, 
y se enmudece la primavera,
cuento las veces que el sol espera
para secar de lluvia la acera,

para secar de lluvia el tejado
dónde fuimos más que amigos,
recuerdo que dormimos al abrigo
del amanecer...
Los bares han cerrado, ya no hay copas,
la lluvia hoy mojará mi ropa
si no estás aquí...
Si tú no estás me duelen más los años,
las heridas me hacen daño,
si no vuelvo a oír tu voz...

...en los tejados
dónde fuimos más que amigos,
recuerdo que dormimos al abrigo
del amanecer...
Los bares han cerrado, ya no hay copas,
la lluvia hoy mojará mi ropa
si no estás aquí...
Si tú no estás me duelen más los años,
las heridas me hacen daño,
si no vuelvo a oír tu voz...

Si no vuelvo a oír tu voz.



lunes, 18 de febrero de 2013

Miénteme.


Adelante.

Colócate enfrente mío y desafíame. Propónme un reto de sinceridad en el que tú ganes si me mientes y me lo creo, en el que yo pierda si me creo lo que mientes.
Dime que no hay más soluciones y que en ambas saldré ganando, hipnotízame con tu tono de voz suave y cuenta ésa como la primera mentira para tu punto de partido.
Mírame a los ojos y deja de temblar. No preguntes por qué mi mirada se ha vuelto fría, no temas destrozarme más de lo que ya lo estoy por dentro, porque es imposible; simplemente miénteme, miénteme una vez más. Dime que aún te importa, que sigues recordando algo de todo aquello, que todavía crees que todo vuelva a ser como antes. Méceme con la falsa ilusión de que el tiempo hará que esta película rebobine, hasta que caiga en un sueño en el que olvide que ésto es el cine y que no se admiten cambios ni vueltas al pasado.
Susúrrame despacio en un abrazo inexistente que tú nunca vas a desaparecer, prométeme que en el mundo aún hay algo permanente. Júrame por tus mentiras que las pesadillas ya se han terminado, desea por mí esta noche que los sueños no me ilusionen demasiado. Porque yo estaré lo suficientemente inconsciente en vida para no saber qué es real y qué fruto de la imaginación; porque no habrá más silencio que el que no llena en mi alma una desoladora canción.
Y cuéntame mil historias de duendes, de hadas, de polvos mágicos. Y deja que me duerma creyendo que esta noche aparecerá Peter Pan en mi ventana, que en algún bosquecillo me esperan siete enanos.
Deja que las ilusiones parezcan tener futuro, sé mi cuenta cuentos y derriba este muro. Me tapa la ventana, la luz y el nocturno cielo; quiero ver la mentira congelada en un cubito de hielo. Así que extiende sobre mí ese velo-desvelo, llena de flores la sangre del suelo, conviérteme en la bella durmiente...


y miénteme en mi lecho de muerte.


domingo, 17 de febrero de 2013

Sum 41 - Pieces.




I tried to be perfect, 
but nothing was worth it,
I don't believe it makes me real.
I thought it'd be easy,
but no one believes me,
I meant all the things I said.

If you believe it's in my soul,
I'd say all the words that I know;
just to see if you were a show,
that I'm trying to let you know:
that I'm better off on my own.

This place is so empty,
my thoughts are so tempting,
I don't know how it got so bad.
Sometimes it's so crazy
that nothing can save me,
but it's the only thing that I have.

If you believe it's in my soul,
I'd say all the words that I know;
just to see if you were a show,
that I'm trying to let you know:
that I'm better off on my own.

I tried to be perfect, 
it just wasn't worth it,
nothing could ever be so wrong.
It's hard to believe me, 
it never gets easy,
I guess I knew that all along.

If you believe it's in my soul,
I'd say all the words that I know;
just to see if you were a show,
that I'm trying to let you know:

that I'm better off on my own.


Soul asylum - Runaway train


Una noche demasiado bonita para una realidad demasiado triste.



Parece como si los sueños fuesen el único lugar en el que puedo estar segura. Parece que por las noches las estrellas me cuidan desde un firmamento demasiado grande y realista, se lo agradezco mucho... pero de día desaparecen entre una luz demasiado brillante para ser en verdad tan maravillosa. En mis sueños todo parece totalmente real, en mi vida todo parece borroso, difuso e inverosímil. Me siento impotente ante todo, me siento mayor, me siento cansada, vacía y sola. Veo tristeza allá donde abarca mi mirada, veo reflejados mis ojos en el espejo cada mañana esperando ver un rayo más de esperanza, de alegría; sin embargo, cada amanecer cuento uno menos. 
Martillazos de palabras que me golpean las sienes sin parar; mariposas negras que envuelven mi corazón e impiden que bombee sangre; muñecos de la infancia disueltos entre aire intoxicado por lágrimas agrias y suspiros que expulsan pedazos de un alma destrozada. ¿Quiere alguien decirme cuándo terminará esta pesadilla?
Algo dentro me dice que ésta noche. Que volveré a soñar algo maravilloso y alegre y que parecerá igual de real que el sueño que he tenido hoy. Pero sé que no servirá de nada, que volveré a despertarme con una imagen de dolor en la cabeza y me daré cuenta, tristemente, de que la realidad es otra muy distinta a la que mi dulce imaginación dibuja cuando duermo. 
No quiero hablar de ello, no quiero preocupar a nadie. Sólo quiero que esta sensación de frío desaparezca, que pueda volver a apreciar lo que me rodea...




Call you up in the middle of the night,
like a firefly without a light.
You were there like a slow torch burning,
I was a key that could use a little turning.
So tired that I couldn't even sleep,
so many secrets I couldn't keep.
I promised myself I wouldn't weep;
one more promise I couldn't keep.

It seems no one can help me now,
I'm in too deep there's no way out.
This time I have really led myself astray...

Runaway train never going back,
wrong way on a one-way track...
Seems like I should be getting somewhere,
somehow I'm neither here not there.

Can you help me remember how to smile?
Make it somehow all seem worthwhile.
How on earth did I get so jaded,
life's mysteries seem so faded.
I can go where no one else can go,
I know what no one else knows.
Here I am just a drowning in the rain,
with a ticket for a runaway train.

Here everything seems cut and dry,
day and night, earth and sky...
Somehow I just don't believe it.

Runaway train never going back,
wrong way on a one-way track...
Seems like I should be getting somewhere,
somehow I'm neither here not there.

Bought a ticket for a runaway train,
like a mad man laughing at the rain,
little out of touch a little insane,
it's just easier than dealing with the pain.

Runaway train never going back,
wrong way on a one-way track...
Seems like I should be getting somewhere,
somehow I'm neither here not there.

Runaway train never going back,
runaway train tearin' up the track,
runaway train burning in my veins,
I runaway but it always seems the same...



sábado, 16 de febrero de 2013

What's in a kiss?


What's in a kiss - Gilbert O'Sullivan



What's in a kiss?
Have you ever wondered just what it is?
More perhaps than just a moment of bliss...
Tell me what's in a kiss.

What's in a dream?
Is it all the things you'd like to have been?
All the places that you haven't yet seen...
Tell me what's in a dream.

I know it's really rather stupid of me,
but I honestly don't know;
every time I try to find a solution
I'm surprised that how quickly I become so slow...

What's in a kiss?
Have you ever wondered just what it is?
More perhaps than just one moment of bliss...
Tell me what's in a kiss.

And any time you need a light refreshment,
baby you can count on me;
I am your very own delicatessen
well equipped to supply you with your every need...

What's in a kiss?
Have you ever wondered just what it is?
More perhaps than just one moment of bliss...
Tell me what's in a kiss.
Tell me what's in a kiss.

Tell me what's in a kiss.


Esta vez, el frío se queda

Estoy harta.
Estoy harta de ver en todo cosas malas, de desconfiar cada vez de más gente, de ver a mi alrededor vacío cuando sé que no lo hay. Mi mente dice cosas que mis sentidos no perciben, y mi vida se torna cada vez más borrosa a causa de las lágrimas. Estoy cansada de que mi único consuelo sean las palabras y la música, de que no sirvan para comprender las cosas sino simplemente para desahogarme y olvidar un poco todo, de que me duela todo y sienta que el mundo alrededor va a desaparecer, dejándome sola con nada más que los destrozos de mi propia persona. Cada día que pasa mi mirada está más húmeda, no por la ilusión como hace tiempo; sino por las lloreras que me sorprenden en esas noches en que digo que he dormido bien. Hace tiempo que las decepciones se acurrucan bajo mi cama y me persiguen en sueños, asustando a toda esa alegría que hacía que me levantase cada mañana dando brincos. Mis cejas cada vez se tornan más en una expresión de dureza y desprecio hacia todo lo que ven mis ojos, y en un refugio de mi mente parecido a la casa de mentiras de caramelo de Hánsel y Grétel se regala una manta de polvo a toda flor que pasa por él y se queda fría.
Así llegará un día en que levantarme no sea un nuevo intento, sino una terrible pesadilla. Si alguien sabe enseñarme algo que me haga saber que seguir viva así merece la pena, que lo haga. No prometo saber apreciarlo, pero al menos lo intentaré.
Incluso la imaginación se ha vuelto negra para mí. Si intento escribir un cuento, un relato que no tenga nada que ver con cómo me encuentro, sólo conseguiré dibujar historias de casas abandonadas, mariposas negras y tristeza por doquier. Y bien sabe todo el mundo que yo no soy así.
Me gustaría seguir siendo tan ingenua, confiada y buena como he sido siempre, pero son ya tantas las veces que el mundo me ha decepcionado burlándose de mí...
Harta que el hecho de vivir te guste y que hasta la propia vida se aproveche de ello. Hiela tener frío continuamente, incluso al sol; tener las manos tan gélidas que te cueste hasta cerrar los puños. Y destroza que ya ni siquiera en éste blog, en éste pequeño escondrijo mío, pueda escribir todo lo que quisiera.
Empiezo a decaer poco a poco, a postrarme de rodillas ante todo y decirle que haga conmigo lo que su voluntad decida.




Porque es como caer cinco metros en un pozo con el suelo de tierra, subir hasta el nivel cuatro sobre el aire, caer de nuevo al sótano menos seis y que mis lágrimas humedezcan tanto el pozo que su nivel descienda más aún por sí solo. Después subo, pero sólo hasta el nivel de la hierba; y cuando bajo de nuevo ya no veo la salida.



Esta vez, el frío se queda. 

martes, 12 de febrero de 2013

Pasos atrás en el tiempo mental.

¿Quién no se ha hecho la pregunta: "quién soy"? ¿Quién no tiene esa incógnita al acecho de la cuestión: "qué hago en el mundo"?
He encontrado la respuesta real para muchos de los que se lo preguntan, quizá incluso para mí misma.
Muchos dicen que somos humanos, el problema es que no saben lo que significa serlo. Ser humano implica equivocarse, pero superarse; tener piedad del resto, respetar y ponerse en el lugar del otro. Querer al resto de gente por el simple hecho de ser personas, saber lo que está bien y el qué mal sólo imaginando cómo nos sentaría a nosotros, medir las consecuencias de nuestros actos... Darnos cuenta de a quién insultamos, del efecto que puede causar en ellos; saber cuánto bien o cuánto daño estamos haciendo con cada gesto. No se trata de ser maduros, ni de dejar de disfrutar la vida; sólo ser bondadosos y saber qué ideales debemos seguir para llegar a ser algo en el mundo.   
Ahora piensa, ¿acaso nunca has hecho daño a alguien con alguna palabra dicha con esa intención? ¿Alguna vez has deseado algo malo a alguien por tu propio bien? ¿No has pensado nunca que algo estaba mal, pero lo has hecho con la autoexcusa de que los humanos nos equivocamos? Sí, yo también.
Nuestro objetivo en la vida es llegar a ser ese estereotipo de humanos que no hacen esas cosas, lo cual implica ser, además, lo que nosotros llamamos "felices".

Pero dime, ¿cuánta gente te ha hecho daño sin motivo? ¿Cuántos rumores falsos han circulado sobre ti? ¿Cuántas personas te han decepcionado? ¿A cuántos has intentado ayudar que al final no te han hecho ni caso? ¿Acaso nadie te ha prometido que actuaría bien si ocurría algo malo, y ha roto su promesa?

Una cosa es equivocarnos y hacer las cosas mal, otra cosa muy diferente es hacer daño sabiendo el efecto que causamos. Y últimamente no veo más que gente egoísta que se mete con el resto por satisfacción propia; parejas de amigos que se gastan bromas pesadas aún habiéndose prometido cuidarse mutuamente para siempre a pesar de los problemas; inmadurez por todas partes, insensibilidad. Nadie piensa cómo le podría sentar a sí mismo las cosas que le dice a otro si estuviese en su lugar, nadie se pone en la piel del resto por mucho que intente ayudarle o darle algún consejo. Y no sólo eso, sino que a veces vamos a atacar sin más.
Parece que nadie sabe cómo actuar ante un conflicto. Cuando escucho algún insulto, siempre le sigue una respuesta aún más destructiva en defensa propia y ofensa del otro. Esa segunda persona no sólo tiene la misma culpa que la primera, sino que además está demostrando que se está poniendo al mismo nivel que aquél al que ha llamado imbécil por empezar a insultarle. El mayor desprecio es no hacer aprecio. Si esa segunda persona hiciese oídos sordos a lo que el otro le dice, éste se cansará de insultarle y se dará cuenta de que está haciendo el ridículo y no tiene por qué meterse con nadie. Del otro modo, no se consigue más que dolor y odio. ¿Y de verdad nos atrevemos a llamarnos humanos?
Lo peor viene cuando alguien se lo explica. Entonces todos somos angelitos, nadie ha hecho nada y todos van a cambiar, a hacer oídos sordos y pensar más en los demás. ¿Por qué nos engañamos a nosotros mismos diciendo que haremos eso? Sabía que éramos hipócritas, pero no supuse que llegaríamos a tal punto.
¿Qué necesidad tenemos de hacer que el resto de gente se sienta inferior a nosotros? ¿De verdad nos sentimos tan poco importantes para que ese sea nuestro único consuelo? ¿Por qué cuando nos insultan no pasamos, sino que lo devolvemos y, encima, nos sentimos maduros y mejores? ¿No nos paramos a pensar en que a lo mejor quien nos insulta está nervioso, o agobiado, o tiene problemas importantes?

No, qué va. Pensamos en cómo nos sentimos nosotros, en que somos superiores a todo el mundo, en que somos lo más importante del universo. No pensamos en qué le puede estar ocurriendo al resto para ponerse a insultar, no intentamos conocer tan a fondo a las personas para saber por qué actúa con cada uno de sus gestos. No me extraña que haya tanta gente decepcionada por sus "amigos", ni que la mayoría de gente se sienta sola, ni que las noticias cada vez sean peores, ni que tanta gente se suicide por acoso, ni que... No me extraña nada, a estas alturas podría ser normal hasta asesinar a cualquiera con quien te cruzases.

¿Somos humanos, en serio? ¿Nos queda algo de esa inteligencia que nos hizo descubrir el fuego, inventar máquinas capaces de cualquier cosa? Sí, ese tipo de inteligencia sí, pero estamos tan consumidos por la superficialidad que sólo pensamos en objetos, en ropa, en máquinas; cuando lo que más debemos cuidar son los sentimientos, aquello que no podemos reparar con una herramienta, aquello que logra que todo ocurra sin dejarnos verlo. ¿Nunca te has dado cuenta de la maravillosa capacidad que tenemos de sentir, de pensar, de que es algo único que sólo podemos hacer nosotros y de que cada persona lo hace de un modo diferente? Los sentimientos de cada persona son una reliquia, son más valiosos que cualquier pieza de oro... Y los estamos destruyendo. Los nuestros y los de los demás.




Ahora atrévete a llamarte humano. Atrévete a hacer daño adrede a alguien, ten la cara de insultar a tus amigos y a quien te insulte. Al fin y al cabo, tenemos derecho a equivocarnos, ¿no?


Lies.


jueves, 7 de febrero de 2013

Memorias de la nostalgia.

Oigo el taconeo de todas las mujeres por la calle, a mis oídos llegan quejas sobre el mundo desde las bocas de hombres indignados, escucho sin parar banales conversaciones entre amigos que caminan hablando de si es bueno o no que nieve.
Todo es tan ajeno y tan recóndito que podría desaparecer ahora mismo sin dejar ni rastro, ni siquiera un pequeño recuerdo metido en un bote de cristal con la palabra "nostalgia" grabada en él. Ni siquiera un soplido, sin dar tiempo a pensar; como una ráfaga de viento que se llevase todo súbitamente y desapareciese a la ceroésima de segundo.
Pero llega a mis sentidos un intercambio de frases que despierta mi atención:
-Vas muy pensativo - dice alegre un hombre, a modo de saludo.
-Algo habrá que pensar - contesta el otro.
-Pensar mucho es malo -.
Y de repente, se ponen a hablar de una reunión. Pero yo no dejo las cosas tan a medias.
Es cierto, pensar mucho es malo, porque después de pensar todo lo bueno posible no te queda más que lo negativo, y ya estás tan enganchado a razonar que no te queda otro remedio que recurrir a ello. Es tan malo que puede hacer que te pongas a llorar en medio de la calle y que no encuentres una razón con algo de sentido. Y aquí estoy yo, pensando sobre pensar.
Estoy de pie, apoyada en la fachada de una tienda que ahora es el centro de un pasado que desapareció del todo. No he entrado, aunque debiera; temo que, si lo hago, los prominentes escombros grises de la azulada bóveda que existió allí se derrumben sobre mi cabeza dejándome inconsciente, o durmiendo a mi mentirosa felicidad para siempre. Y eso es algo que no puedo permitirme, no...

Tantos pedazos de cielo rotos pesan demasiado, no demasiado para que mi cuerpo los sostenga; sino demasiado para que mi mente logre encontrar una solución a los destrozos. Pesan demasiado para que mi subconsciente no se preocupe por su cuidado y de repente no memore que ya son pedazos inservibles, incluso para recomponer una nueva historia; incluso para dibujar el boceto de una nueva bóveda.


martes, 5 de febrero de 2013

"Querido" injusto e ignorante mundo:


Pequeños tiranos que maltratan a los padres. 


Son pequeños tiranos, niños que desde pequeños insultan a los padres y aprenden a controlarlos con sus exigencias, hasta convertirse en una pesadilla para ellos. Cuando crecen, los casos más graves pueden llegar a la agresión física. [...]


Factores genéticos. 


El elemento esencial del síndrome del emperador es, según Vicente Garrido, [...] la ausencia de conciencia: "No hay sentimiento de vinculación moral o emocional, ni con sus padres ni con otras personas o instituciones", aunque a veces pueden establecer lazos de amistad por conveniencia.
¿Qué produce este síndrome? Según Garrido, son niños que genéticamente tienen mayor dificultad para percibir las emociones morales. [...]

La influencia de la educación.


Javier Urra [...] discrepa de las tesis de Garrido. [...] Según Javier Urra, si tienes un niño pequeño que hace lo que quiere, que piensa que todos a su alrededor son unos satélites, que jamás se pone en el lugar del otro, aprende que la vida es así y la madre es una bayeta que sirve para ir detrás de él. [...]

Aspectos sociales y culturales.

El hecho de que los hijos se vuelvan agresivos contra los padres es relativamente reciente y solo aparece en determinadas culturas, indica Miguel Ángel Soria Verde [...]. "No es un tema patológico, sino que tiene aspectos sociales y culturales que van a facilitar esa agresividad". "Las normas no van con ellos".
Normalmente, los niños van forzando los límites que les ponen los padres para poder encontrar los suyos. "A los niños -añade- se les ha generado como motivación básica la idea de que tienen derecho a todo. No les enseñamos a frustrarse. En la escuela no les ponen nunca un cero, y cuando pasa, lo ven como un castigo del profesor. La culpa del fracaso personal siempre es del otro".

¿Y qué hacer cuando tenemos un joven ya asentado en este comportamiento violento? Primera norma: no permitir que mande el chico. Los padres deben volver a ganar espacio y proteger a los inocentes, en ocasiones hermanos pequeños, que son maltratados.


Extractado de J.C. Ambrojo, El País, 20-06-2006

lunes, 4 de febrero de 2013

High - Lighthouse Family





When you're close to tears remember
someday it'll all be over,
one day we're gonna get so high...
Though it's darker than December,
what's ahead is a different colour,
one day we're gonna get so high...

And at the end of the day
remember the days
when we were close to the end,
and wonder how we made it through the night.
At the end of the day
remember the way
we stayed so close to the end,
we'll remember it was me and you...

Cause we are gonna be
forever you and me...
You will 
always keep it flying high in the sky of
love... 

Don't you think it's time to started
doing what we always wanted,
one day we're gonna get so high...
Cause even the impossible
is easy when we got each other,
one day we're gonna get so high...

And at the end of the day
remember the days
when we were close to the end,
and wonder how we made it through the night.
At the end of the day
remember the way
we stayed so close to the end,
we'll remember it was me and you...

Cause we are gonna be
forever you and me...
You will 
always keep it flying high in the sky of
love... 

And at the end of the day
remember the days
when we were close to the end,
and wonder how we made it through the night.
At the end of the day
remember the way
we stayed so close to the end,
we'll remember it was me and you...

Cause we are gonna be
forever you and me...
You will 
always keep it flying high in the sky of
love... 

Cause we are gonna be
forever you and me...
You will 
always keep it flying high in the sky of
love... 

Cause we are gonna be
forever you and me...
You will 
always keep it flying high in the sky of
love... 


Viva la vida - Coldplay






I use to rule the world,
seas would rise when I gave the world.
Now in the morning I sleep alone,
sweep the streets that I used to own.

I used to roll the dice,
feel the fear in my enemy's eyes.
Listen as the crowd would sing,
"Now the old king is dead, long live the king!"

One minute I held the key,
next the walls were closed on me.
And I discovered that my castle stood,
upon pillars of salt, pillars of sand.

I hear Jerusalem bells a-ringing,
Roman Cavalry choirs a-singing.
Be my mirror, my sword, my shield,
my missionaries in a foreign field.
For some reason I can't explain,
once you go there was never, 
never an honest world,
and that was when I ruled the world.

It was the wicked and wild wind,
blew down the doors to let me in.
Shattered windows and the sound of drums,
people couldn't believe what I'd become.

Revolutionaries wait,
for my head on a silver plate.
Just a puppet on a lonely string,
oh who would ever want to be king?

I hear Jerusalem bells a-ringing,
Roman Cavalry choirs a-singing.
Be my mirror, my sword, my shield,
my missionaries in a foreign field.
For some reason I can't explain,
I know Saint Peter won't call my name,
never an honest world,
but that was when I ruled the world.


I hear Jerusalem bells a-ringing,
Roman Cavalry choirs a-singing.
Be my mirror, my sword, my shield,
my missionaries in a foreign field.
For some reason I can't explain,
I know Saint Peter won't call my name,
never an honest world,
but that was when I ruled the world.



When I look at you - Miley Cyrus





Everybody needs inspiration,
everybody needs a song.
A beautiful melody
when the night's so long...
cause there is no guarantee
that this life is easy.

Yeah, when my
world is falling apart,
when there's no
light to break up the dark;
that's when I, I
I look at you...
When the waves
are flooding the shore
and I can't
find my way home anymore
that's when I, I
I look at you...

When I look at you.

I see forgiveness,
I see the truth.
You love me for who I am,
like the stars hold the moon.
Right there where they belong,
and I know I'm not alone.

Yeah, when my
world is falling apart,
when there's no
light to break up the dark;
that's when I, I
I look at you...
When the waves
are flooding the shore
and I can't
find my way home anymore
that's when I, I
I look at you...

You appeared
just like a dream to me,
just like
kaleidoscope colours that
cover me,
all I need,
every breath that I breathe,
don't you know?
You're beautiful.

When the waves
are flooding the shore
and I can't
find my way home anymore
that's when I, I
I look at you,
I look at you...

You appeared
just like a dream to me...



Feel - Robbie Williams





Come and hold my hand,
I wanna contact the living,
not sure I understand
this role I've been given.
I sit and talk to God,
and he just laughs at my plans;
my head speaks a language
I don't understand...

I just wanna feel real love,
feel the home that I live in...
cause I got too much life
running through my veins
going to waste...

I don't wanna die,
but I ain't keen on living either;
before I fall in love,
I'm preparing to leave her.
Scare myself to death,
that's why I keep on running;
before I've arrived,
I can see myself coming...

I just wanna feel real love,
feel the home that I live in...
cause I got too much life
running through my veins
going to waste...
And I need to feel real love,
and the love ever after...
I cannot give it up.

I just wanna feel real love,
feel the home that I live in...
cause I got too much love
running through my veins
to go to waste...
I just wanna feel real love
and the love ever after...
There's a hole in my soul,
you can see it in my face,
It's a real big place...

Come and hold my hand,
I wanna contact the living,
not sure I understand
this role I've been given.

Not sure I understand...
not sure I understand...
not sure I understand...
not sure I understand...




Skinny love - Birdy






Come on skinny love,
just last the year.
Pour a little salt,
we were never here...
my my my, my my my,
my my my, my my...
staring at the sink of blood
and crushed veneer.

I told my love to wreck it all
cut out all the ropes and let me fall
my my my, my my my,
my my my, my my...
right in the moment
this order's tall.

And I told you to be patient,
and I told you to be fine,
and I told you to be balanced,
and I told you to be kind,
in the morning I'll be with you
but it will be a different kind,
cause I'll be holding all the tickets
and you'll be owning all the fines...

Come on skinny love,
what happened here?
Suckle on the hope
in lite brassiere...
my my my, my my my,
my my my, my my...
Sullen load is full
so slow on the split.


And I told you to be patient,
and I told you to be fine,
and I told you to be balanced,
and I told you to be kind,
Now all your love is wasted,
then who the hell was I?
Cause now I'm breaking at the britches
and at the end of all your lines...

Who will love you?
Who will fight?
And who will fall,
far behind?

Come on skinny love...
my my my, my my my,
my my my, my my...
my my my, my my my,
my my my, my my...



viernes, 1 de febrero de 2013

Cuentos para dormir al pasado.-

Es Miércoles.
Sí, es un Miércoles normal y corriente, en el que despierto atemorizada y sin ganas de absolutamente nada excepto seguir soñando, pues en la vida real es algo que se torna bastante complicado cuando las decepciones te enseñan a ser realista incluso ante un hada. Bueno, por lo menos he dormido bien y sigo calentita entre las sábanas.
Aún me quedan cinco minutos, pero sé que tan rápido no me dormiré. Intento llegar a la conclusión de por qué me he arropado, una noche más, en la cama de mi madre junto a ella; por qué siento la necesidad de su compañía cuando la oscura noche nos envuelve.
Pero no, nada: las respuestas no llegan, y mi preciado tiempo se termina con un estridente pitido proveniente de la mesilla del otro lado de la cama. Me retuerzo entre el edredón, intentando enroscarme para que no me suelte, pero al final parece que no le gusta demasiado la forma en que le clavo mis uñas, desesperada por no salir de mi refugio. Así que me levanto sin fuerzas de la cama, y el frío me golpea como si se tratase del libro más grande del mundo lanzado contra mi cabeza. Me estremezco, bostezo, y me dirijo cabizbaja hasta mi habitación. Sigo a rajatabla la rutina de cada mañana de mi vida (¿para qué variarla aunque sea en el más mínimo detalle?) y, como un Miércoles más, las clases me esperan alrededor de un pupitre de madera.

El ambiente del aula me hace vagar por mis recuerdos, me invita a distraerme por una vez en todo el día, a imaginar, a escribir con las imágenes que se forman en mi mente.

"Es por la tarde y camino por las calles de la ciudad, sumida en mis pensamientos. Tengo la mirada puesta enfrente, pero perdida; sé que cargo con algo con la forma de un instrumento, pero no lo reconozco a ciencia cierta. Sólo tengo una cosa clara: sus palabras no se me borran de la memoria. Será porque no tengo demasiado asunto importante que recordar últimamente, porque me llaman demasiado la atención, o porque me asombra su forma de embellecer cada expresión urbana. Lo mismo da, no pienso engañarme con esas escusas: me estoy enamorando. Sí, siento mariposas en el estómago, permito el paso a una ráfaga de aire fresco que inunda mi pecho cuando me saca una sonrisa estando tan lejos. Y no, no me da miedo.
Últimamente la gente me nota despistada, soñadora, entusiasta y risueña. Alegre, dicen. Enamorada, pienso.
Apenas me doy cuenta de lo que ocurre a mi alrededor: de que casi golpeo a una mujer mayor con mi guitarra, de que he estado a punto de chocarme contra un barril colocado en medio de la acera a modo de mesa exterior de algún bar de tapas. No sé exactamente si hay mucha gente vagando por la ciudad, o si  las calles están prácticamente desiertas; sólo siento que vivo en mi mundo hecho de sus palabras.
Intento ordenar en mi cabeza los pensamientos, procuro recolocar mis ideas en estantes organizados para no tener que pensar tanto en ello y evitar así algún tropiezo estúpido que me ponga en evidencia. Nunca me ha gustado ser el centro de atención... a menos que sea Su centro de atención. Entonces sí, me encanta.
Voy tan sumida en mi realidad que no me entero de que una voz dulce me nombra, asombrada, desde la acera de enfrente. Sé que esa voz me ha llamado ya una vez porque unos segundos más tarde vuelve a hacerlo mientras añade algo como "¡qué despistada vas!", y acompaña a una figura esbelta que se dirige hacia mí. Y esta vez sí que lo oigo, tan claro que pongo alerta mis sentidos de sopetón: se me agudizan los oídos como si de los de un can se tratase, levanto la mirada inquieta hacia todas partes, me quedo parada en medio de la calle tan de repente que entorpezco la trayectoria de un hombre vestido de traje que parece tener prisa. Me muevo un poco para dejarle pasar, y entonces... le veo.

Sé que es él, a pesar de no haberle visto nunca antes. Me mira divertido, quizá por mi torpeza, quizá por cómo me ve. Reparo sin pensarlo en las pintas que llevo: visto un fino y corto vestido primaveral de flores y colores alegres, pero no excesivamente llamativos; unas medias finas color carne y unas no muy altas y bonitas botas color camel de punta redondeada y cordones largos. El pelo, con dos trenzas que se juntan atrás y rodean mi cabeza, brilla suave por la luz del sol. Llevo una chaqueta vaquera fina, ni demasiado abrigada ni demasiado fresca; y un largo collar de reloj que marca cada segundo que paso paralizada, mirándole. Debo reconocer que estoy guapa, quizá no sea tan patosa al fin y al cabo si he logrado esto en un encuentro tan inesperado.

Mientras yo intento imaginarme la escena desde fuera y poner la expresión adecuada, él se me acerca cabizbajo, pero mirándome de reojo. Da un paso, exhalo un suspiro. Da otro paso, muevo nerviosa los brazos sin saber muy bien qué hacer con ellos. Otro paso, me tiemblan las piernas. Uno más, se me despegan los labios de pura impotencia. Parpadeo, y está enfrente mío. Es nuestro primer encuentro, pero él está muy cerca. Tiene las manos metidas en el bolsillo de una bonita sudadera -a la que, no sé por qué, presiento que me encariñaré- y me mira con aire curioso. Es alto, por lo menos me saca media cabeza; tiene el pelo cobrizo, largo, pero sin pasarse, y unos profundos y bonitos ojos verdes en los que me pierdo mientras él me habla.
Me pregunta si yo soy yo (cosa evidente, ya que he respondido a mi nombre sin problemas), y antes de que mi mirada pueda saltar de vuelta desde el negro agujero de sus pupilas añade, casi para sí mismo- Qué pregunta más tonta...-
Resopla y se ríe un poco, mostrándome la sonrisa más bonita que jamás he visto, y unos labios tan perfectos que podrían ser el patrón del caramelo de un nuevo tipo de chupachups. Mis pupilas se dilatan ante tanta belleza, noto que el brillo de mi mirada dice más que todas las palabras que no logro articular, que tengo la boca entreabierta en una expresión que quedó a medias entre el asombro y los nervios. Me doy cuenta de que estoy mirándole directamente a los ojos, quizá descaradamente y, avergonzada, bajo la mirada. Él calla, se pone un poco más serio, aunque sigue con la típica pose del simpático de turno; enarca un poco las cejas y, al verme tan callada, intenta sacar un tema de conversación en el que me encuentre cómoda:
- ¿Sabes tocar?
Sin quererlo, una oleada de carcajadas recorre mi tripa enérgicamente, mientras siento cómo el calor invade mis mejillas y me ruborizo. Levanto mi mirada cabizbaja de golpe y busco la suya, como si necesitase su aprobación para reírme. Le miro con ojos traviesos y, sin despegar los labios, dibujo una media sonrisa pícara inconscientemente. Entonces se da cuenta de lo que se me ha pasado por la mente y ríe. Y, ahora sí, yo río también. Pasan dos segundos que calman el tenso ambiente del minuto anterior y mis nervios desaparecen casi por completo, así que consigo disculparme entre risas:
-Lo siento, no pretendía pensar...- pero él me corta:
-No te preocupes -dice, también riendo-, ha sido divertido.
Entonces, sonriente, algo más segura y menos empanada, le tiendo la mano para saludarnos de forma cordial. Observo cómo él me mira de forma extraña -no creo que mi gesto sea el rito más habitual hoy en día para un primer encuentro-, pero acepta antes de que yo retire la mano. Entonces, extendiendo un poco los brazos como si fuese a abrazarme, dice:
-Encantado, y ahora que nos hemos saludado a tu manera, ¿podemos hacerlo a la mía? -sonríe, sugerente, pero yo no pico.
-No -respondo, simpática, sacudiendo un poco la cabeza, destartalando sus planes-, dejémoslo para más adelante. Tendremos tiempo de abrazarnos hasta hartarnos -y sonrío más, esperanzadora-.
Él no deja de lucir su blanca y brillante sonrisa, lo que me enamora más aún. Parece que mi respuesta le ha convencido, porque deja caer los brazos y vuelve a meter las manos en los bolsillos. Entonces alguien le llama, y me doy cuenta de que a sus espaldas hay un grupito de jóvenes que nos observan. Está formado por tres chicos vestidos de colores bastante llamativos -aunque ninguno destaca tanto como Mi chico, digo... como él-, y una chica algo más bajita, más o menos de la misma estatura que yo, que me mira recelosa mientras se muerde las uñas. Él vuelve la cabeza, pero no el cuerpo. Les avisa de que se quedará conmigo sin aún conocer mis planes (algo me dice que se venga de que yo le cruzase los suyos antes, aunque no sabe que para mí es mejor así) y ellos, después de criticarle un poco, se marchan.
Entonces me mira, murmura algo, y me pregunta si la guitarra es mía. Miro instintivamente el instrumento, como preguntando si se refiere a éso. Me ha pillado desprevenida, me esperaba algo como "¿a dónde ibas?", o "¿puedo acompañarte?". Creo que este chico no dejará nunca de sorprenderme...
-Sí, bueno, no. Era de mi padre, pero ahora la utilizo yo -respondo-.
-Es preciosa. Yo sé tocar algún acorde, pero no demasiado; nunca pude ir a una escuela donde me enseñaran bien -dice, otra cosa que apuntaré a la lista de las que me enamoran-. ¿A dónde ibas tan despistada?
Parece que quiera jugar con mi atención a la vez que pretende encender miles de cuestiones en mi mente. Primero, la capta con sus planes de acompañarme; después la desvía hacia la guitarra y su conocimiento, y finalmente vuelve a sorprenderme con su rápido retorno al primer tema. Algo fascinada y descolocada, le respondo que a dar un paseo, nada más; y que no hace falta que lo pregunte, que puede venir conmigo.
Entonces le brillan los iris, del color de las hojas de los castaños en una primavera recién entrada; y vuelve a sonreírme."